Otro edificio más que era conmemorativo del centenario de la independencia de México en la época del porfiriato, hermosa estructura como todos los que inauguraba don Porfirio semejando a los de París, pero espantoso por el uso que se le daba. 
Todos los no normales tenían cabida, histéricos, homosexuales, autistas, personas con síndrome de down, alcohólicos, o por tener un ataque de ira, rebeldía causa de la represión familiar en la que se vivía, sobre todo tratándose de las mujeres que perdían, según ellos, la concepción de la realidad y con sus conductas poco morales "locura moral" provocaban su internamiento en este manicomio, incomodos políticos, familiares y hasta los no muy agraciados físicamente.
En la actualidad se ha cambiado el criterio para considerar loco a alguien o por lo menos ya no abría donde internar a tanta gente. Ahora la mayoría padecemos de estrés o algún tipo de depresión, transtorno mental que hablar de un terapeuta o psicólogo de cabecera es algo normal y no parece cosa de locos.
Primero el estado quería controlar esta situación porque no era símbolo de modernidad estar locos ahora parece que lo conveniente en todo gobierno es que los gobernados estén trastornados, estresados para poder manipularlos, todo México es la nueva Castañeda. ¿Qué locura no?
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